Todo parece indicar que en 2020 una nueva recesión económica afectará a la economía mundial.
Hay quien opina que estos últimos pocos años de «recuperación» no han sido más que un efecto repunte o meseta para, a continuación, continuar con la senda recesiva. También hay quien opina que esta segunda crisis será aún más profunda que la primera (2008 – 2015) y además más agresiva, pues vendría acompañada de conflictos sociales. Frente a un escenario como este, ¿cómo preparamos a nuestras empresas desde la Cadena de Suministro?
Parece claro que nadie quiere oír hablar de un descenso de las ventas. Pero es preciso plantearse unas cuantas preguntas y, sobre todo, responderlas desde la lógica más aséptica.
- ¿Acaso el mercado es infinito?
- ¿Nuestra competencia también crece siempre?
- ¿A qué cuota de mercado aspira la nueva competencia que aparece? ¿Hay mercado para todos?
- ¿A quien comprará el cliente cuando disponga de menos dinero? ¿Será a mi empresa?
- ¿Quién tendrá los clientes que no podrán comprar cuando estos no tengan dinero?
Si has contestado a estas preguntas como imagino, seguro que te estarás cuestionando si será tu empresa la que sufra los efectos de la respuesta a la pregunta número cinco.
Pero no todo tiene que ser necesariamente negativo. Saber anticipar y gestionar una situación de muy probable acaecimiento marca la diferencia entre la acción preventiva y la reacción desesperada. Por lo tanto, si es posible que las ventas de nuestras empresas se estanquen e incluso desciendan, ¿estamos preparados/as para ello? ¿Se puede seguir generando beneficios con menos ventas?… ¡Pues claro! ¿Cómo? Con una Cadena de Suministro ultra-eficiente. ¿Y eso cómo se hace? Aquí van algunas ideas:
- Reduciendo operaciones y tiempos en los procesos que no aportan valor al producto o servicio.
- Automatizando procesos repetitivos.
- Digitalizando las operaciones.
- Reteniendo y potenciando a los/las profesionales valiosos/as.
- Creando equipos cohesionados.
- Racionalizando el catálogo de productos.
- Incorporando herramientas para la toma rápida y acertada de decisiones.
- Colaborando con proveedores clave.
- Revisando y controlando muy frecuentemente los costos sin perjudicar o, incluso mejorando, el nivel de servicio.
- Utilizando el prototipado rápido en los nuevos desarrollos o proyectos.
- Utilizando herramientas de solución de problemas y conflictos.
- Implementado y usando técnicas de Lean Management.
Resumiendo:
- Tecnificar los procesos.
- Optimizar y adelgazar procedimientos.
- Invertir en las personas.
- Controlar muy, muy de cerca los costes.
- Mantener, y si es posible mejorar, el nivel de servicio.
En definitiva, hay que comenzar a confeccionar el «plan B» de la Cadena de Suministro de nuestras empresas, porque más pronto que tarde este se habrá convertido en el «plan A».
¿Crees que puedes tener listo este plan en 12 meses?
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